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MANOS UNIDAS

Corazones que ven y actúan

Un año más, como viene haciendo desde su fundación en 1960, Manos Unidas invita a la sociedad española a renovar su empeño de trabajar contra la pobreza y el hambre y las causas que las producen.

Un año más, como viene haciendo desde su fundación en 1960, Manos Unidas invita a la sociedad española a renovar su empeño de trabajar contra la pobreza y el hambre y las causas que las producen.
Manos Unidas contra la pobreza y el hambre

Esta semana presenta su Campaña XLVII con un mensaje: la vida de cada ser humano es un don lleno de misterio y grandeza; hay que cuidar la existencia concreta de cada ser humano, para que todos vivan con dignidad.

La vida está amenazada de muchas maneras. En algunos lugares la vida no vale nada. Con el lema "Otro mundo es posible. Depende de ti", esta asociación católica de voluntarios nos dice que depende de cada uno crear condiciones de vida un poco mejores para todos, especialmente para quienes no las disfrutan. Decir que "otro mundo es posible" es creer verdaderamente que no sólo necesitamos crearlo, sino que podemos hacer un mundo en el que la vida y la dignidad de las personas sean lo que importa.

La historia de la Iglesia es, entre otras cosas, una historia al servicio del hombre, un compromiso constante con la vida de los más vulnerables. La Iglesia acumula un rico patrimonio de pensamiento y acción, formas de compromiso y organizaciones en la lucha por la justicia y en la promoción de toda la familia humana. La encíclica Deus caritas est (Dios es amor) ha venido a recordar a los católicos y a toda la sociedad que el amor a los demás, especialmente a los que más necesitan de ese amor y cuidado, es el sello de identidad de la Iglesia a lo largo de la historia. A los cristianos se les reconoce principalmente por hacerse cargo de la vida y de los sufrimientos de los más pobres, por amor y por justicia.

Como dice Benedicto XVI en su encíclica sobre el amor, "a un mundo mejor se contribuye solamente haciendo el bien ahora y en primera persona, con pasión y donde sea posible. El programa del cristiano –el programa del buen Samaritano, el programa de Jesús– es un corazón que ve. Este corazón ve dónde se necesita amor y actúa en consecuencia". La Iglesia se hace reconocer por este signo. Cristo se hace compañero de la humanidad y asume sus alegrías y esperanzas, tristezas y angustias a través de la compañía solidaria de los hombres y mujeres voluntarios, que experimentan que hacerse cargo de la vida del otro, del pobre y necesitado es una oferta de sentido para la vida.

Para Manos Unidas cuidar la vida de los pobreses luchar contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de instrucción, producidos entre otras por las siguientes causas: la injusticia, el desigual reparto de los bienes y las oportunidades entre las personas y los pueblos, la ignorancia, los prejuicios, la insolidaridad, la indiferencia y la crisis de valores humanos y cristianos; de forma que, como afirma Populorum Progressio 34, el hombre sea capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual.

Manos Unidas es una de las numerosas obras de la Iglesia, empeñada en la lucha contra las causas de la pobreza; es el nombre de la Iglesia en España para la ayuda, promoción y desarrollo en los tres continentes en vías de desarrollo: África, Asia y América. Está presente en todo el territorio nacional, a través de 71 Delegaciones. La primera línea de trabajo es la sensibilización de la sociedad española. Una de las fortalezas de la organización es su amplia base social, sus voluntarios y su opción de elevar al máximo su carácter "No Gubernamental". Casi el 85% de los ingresos proviene del sector privado (socios, parroquias, empresas, colegios, herencias,…) y el resto del sector público (Unión Europea, Estado, autonomías, Diputaciones, ayuntamientos...).

Otro sello de la credibilidad de Manos Unidas es que lo que recibe llega a los pobres, ya que de cada 100 euros, más de 92 se aplican en financiar proyectos de desarrollo en el Sur; el resto se destina a lo estrictamente necesario en gastos de administración, promoción y captación de recursos. Me refiero a la segunda línea de trabajo, que consiste en apoyar y financiar proyectos de desarrollo, como un conjunto de acciones planificadas, que surgen de la iniciativa de un grupo o comunidad, para mejorar la situación de carencia y garantizar el bien estar de la generación presente y de las futuras. Estos proyectos se sitúan en cinco sectores prioritarios: agrícola, sanitario, educativo, de promoción social y de promoción de la mujer.

También para que los pobres puedan vivir en mejores condiciones de vida acordes con su dignidad, unida a su Campaña anual, este año Manos Unidas lidera y promueve conjuntamente con Cáritas, Confer, Justicia y Paz y Redes, la Campaña "Sin duda, Sin deuda". Esta iniciativa, que retoma la anterior "Deuda externa, ¿Deuda eterna?" del Jubileo 2000, tiene como objetivos, en primer lugar, trasladar a la sociedad española la preocupación por el problema de la deuda externa que soportan los países empobrecidos y que afecta a la supervivencia de millones de personas; y en segundo lugar, estas organizaciones católicas pretenden reclamar al Gobierno español que emprenda con decisión un tratamiento global de la deuda, con transparencia y justicia, cambiando la obligación de pagarla por inversión en proyectos de desarrollo en los países deudores.

Como dice Ana Álvarez de Lara, presidente de Manos Unidas, "lo que hagamos para eliminar todo aquello que deteriora o destruye la vida ayudará a los pobres del Sur a salir de la situación de injusticia en la que se encuentran".

Juan Souto Coelho es miembro del Instituto Social "León XIII"
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