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    Nueva Instrucción Vaticana, Dignitas personae, sobre cuestiones de bioética
    El Grupo COPE pone en marcha la campaña "Con los católicos olvidados de China"
    Unidad espiritual con todos los fieles chinos, pide el Papa a la Iglesia en Taiwán
    Monseñor Catalá: "La humanidad necesita ser purificada"
    Benedicto XVI recuerda la razón de la alegría cristiana
    El arzobispo de Valladolid recuerda que la Iglesia es madre y vida

Nueva Instrucción Vaticana, Dignitas personae, sobre cuestiones de bioética

Desde hace varios años la Congregación para la Doctrina de la Fe estudia las nuevas cuestiones biomédicas con el objeto de actualizar la Instrucción "Donum vitae". A cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, se le debe reconocer la dignidad de persona. Este principio fundamental, que expresa un gran "sí" a la vida humana, debe ocupar un lugar central en la reflexión ética sobre la investigación biomédica, que reviste una importancia siempre mayor en el mundo de hoy.

La nueva Instrucción Dignitas personae, fechada el 8 de septiembre de 2008, Fiesta de la Natividad de la Virgen María, tiene la intención de responder a algunas nuevas cuestiones en este campo que suscitan esperanzas pero también perplejidades en sectores cada vez más vastos de la sociedad.

La Instrucción está dirigida "a los fieles cristianos y a todos los que buscan la verdad". Cuando la Iglesia propone principios y valoraciones morales para la investigación biomédica sobre la vida humana, "se vale de la razón y de la fe, contribuyendo así a elaborar una visión integral del hombre y de su vocación, capaz de acoger todo lo bueno que surge de las obras humanas y de las tradiciones culturales y religiosas, que frecuentemente muestran una gran reverencia por la vida".

El Grupo COPE pone en marcha la campaña "Con los católicos olvidados de China"

China tiene una superficie de 9.560.175 km2, el doble de la Unión Europea. El número de cristianos alcanza ya los 80 millones. Sin embargo, la situación de la Iglesia Católica en China es muy compleja. En el país conviven la Asociación Patriótica, la Iglesia clandestina fiel a Roma e infinidad de "ámbitos" intermedios muy difíciles de delimitar con nitidez.

Sabedor de las dificultades por las que atraviesa el país, Benedicto XVI escribió en mayo de 2007 una carta pastoral dirigida a todos los creyentes de la Iglesia católica china. En ella, el Papa señala como su "deber íntimo e irrenunciable y como expresión de mi amor de padre, la urgencia de confirmar en la fe a los católicos chinos y favorecer su unidad con los medios que son propios de la Iglesia".

Los proyectos de la campaña "Solidaridad con los católicos olvidados de China" que llevan a cabo el Grupo COPE y Ayuda a la Iglesia Necesitada se dirige a cuatro áreas principales: Formación del clero, las religiosas y el laicado; su sostenimiento a través del envío de estipendios de misa y locomoción y construcción de iglesias o centros diocesanos.

Unidad espiritual con todos los fieles chinos, pide el Papa a la Iglesia en Taiwán

"Ruego para que también vosotros, como parte de la gran familia católica china, sigáis unidos espiritualmente a vuestros hermanos del continente", expresó el pasado viernes Benedicto XVI a los obispos de Taiwán, al recibirles con ocasión de su visita "ad limina".

La comunidad católica en Taiwán está formada por 300.000 fieles, atendidos por cerca de 700 sacerdotes, más de mil religiosas y una treintena de miembros de institutos y movimientos seculares.  

"Vuestra profunda solicitud por el bien de las familias y de la sociedad en su totalidad, mis queridos hermanos, os impulsa a asistir a los cónyuges en la preservación de la indisolubilidad de sus promesas conyugales", elogió el Papa ante los prelados taiwaneses. "¡No os canséis jamás de promover una legislación civil justa y políticas que tutelen la sacralidad del matrimonio! –exhortó. Preservad este sacramento de todo lo que pueda acarrearle perjuicio, en particular de la deliberada supresión de la vida en sus fases más vulnerables".

"Vosotros y los fieles cristianos en Taiwán sois un signo vivo del hecho de que, en una sociedad ordenada con justicia, no se debe temer ser un fiel católico o un buen ciudadano", subrayó. Inmediatamente pidió a los obispos de Taiwán que, como parte de la gran familia católica china, "continúen unidos espiritualmente a sus hermanos del continente".  

Monseñor Catalá: "La humanidad necesita ser purificada"

El nuevo obispo de Málaga, Monseñor Jesús Catalá, explicó el pasado domingo tras su toma de posesión que quiere "ser fiel a esta misión y desgastar mi vida a esta tarea que se me ha encomendado". Que Dios, "en su infinita misericordia me sostenga en esta nueva misión, me sostenga a pesar de mis limitaciones y mi debilidad humana".

"La humanidad necesita ser purificada para quemar lo que estorba a la llegada del reino de Dios. Nuestros corazones necesitan una prueba a fuego para derretir la escoria de nuestros pecados", explicó Catalá según la idea principal de la lectura del profeta Elías.

Monseñor Catalá pidió que los fieles fueran capaces de entender la riqueza que la Iglesia lleva dentro. "La Iglesia encierra una realidad misteriosa, un misterio profundo y divino. Es el sacramento, el signo visible de la presencia de Dios entre nosotros". Y pidió a los fieles malagueños descubrir y transmitir esa presencia.

Benedicto XVI recuerda la razón de la alegría cristiana

"Alegraos". "El Señor está cerca". Es la exhortación de la liturgia de la Palabra del pasado domingo, que contiene una verdad fundamental de nuestra fe, como recalcó Benedicto XVI antes de rezar el Ángelus.  

"La cercanía de Dios no es una cuestión de espacio ni de tiempo, sino una cuestión de amor", porque "el amor acerca". Ante el Belén, subrayó el Papa, "podremos saborear la alegría cristiana contemplando en Jesús, recién nacido, el rostro de Dios que por amor se ha hecho cercano a nosotros". 

Y así, al bendecir a los "bambinelli", Benedicto XVI elevó su ruego para que estas pequeñas imágenes sean signo de la presencia y del amor de Dios en las casas, en las familias. "Abre nuestro corazón, suplicó al Señor, para que sepamos recibir a Jesús con alegría, hacer siempre lo que nos pida y contemplarle en cuantos necesitan nuestro amor".  

El Santo Padre insistió en su llamamiento para que renovemos nuestra esperanza en Jesús y experimentemos en nuestras vidas la alegría profunda de Su salvación.   

El arzobispo de Valladolid recuerda que la Iglesia es madre y vida

El arzobispo de Valladolid, monseñor Braulio Rodríguez, ha advertido del "grave" problema que ha detectado entre los fieles y que se centra en una falta de creencia en la Iglesia, por lo que recuerda que ésta es "madre" y "vida" porque "da a Jesucristo".

Monseñor Rodríguez se refiere a este tema en su carta pastoral semanal en la que asegura que los cristianos están "lejos de aceptar cordialmente que la Iglesia sea madre, seno que tiene vida, porque da a Jesucristo y permite que Jesús no se quede en un simple personaje histórico". Así, el arzobispo de Valladolid considera que, en ocasiones, la creencia cristiana no va más allá de un "tinglado organizativo" o de una "autoridad que hay que soportar" y, por este motivo, se preguntó qué sería de la Navidad sin la Iglesia.

A esta cuestión responde que es la Iglesia quien conserva la Navidad, ya que, a su juicio, sin ella, esta celebración quedaría reducida a "luces y ruido" a "cuerpo sin alma" y a "lloros de los pobres y egoísmo de los ricos". "Quedaría reducido a tragedia griega y no a drama cristiano". "La Navidad es el momento para que el hombre se renueve de corazón y viva en justicia, paz, solidaridad y asistencia mutua", destaca el arzobispo, al tiempo que señala que la Iglesia es "la centinela", la que "levanta su voz a favor de la poblaciones extenuadas por la miseria y el hambre de los refugiados" y de todos "los que sufren graves y sistemáticas violaciones de sus derechos".

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