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IGLESIA BAPTISTA WESTBORO

Una Iglesia del odio

La fe en Dios no es por sí misma garantía de bondad. La devoción sin ética –el fanatismo– puede ser la receta de grandes males, como siglos de brutalidad y derramamiento de sangre por motivos religiosos han dejado completamente claro. Hace un milenio, los Cruzados masacraban a sus víctimas al grito de ¡Deus lo volt! (¡Dios así lo quiere!). Los islamistas profieren Alahu Ajbar (Alá es grande) mientras decapitan a rehenes inocentes o estrellan aviones comerciales contra el World Trade Center.

Pero no hace falta recordar tiempos remotos o recurrir a la yihad global para encontrar ejemplos de radicales que, más preocupados por Dios que por la bondad, regalan al mundo dolor y crueldad. Por ejemplo, tenemos la Iglesia Baptista Westboro. Congregación que se califica como "baptista primigenia" y que está encabezada por Fred Phelps, la Iglesia Baptista Westboro en Kansas es un colectivo marginal obsesionado por el odio a la homosexualidad. No está afiliada a ninguna congregación baptista oficial. Cuenta apenas con varias docenas de fieles, la mayor parte de los cuales son parientes entre sí y recorren el país con pancartas que insisten en que los Estados Unidos han sido maldecidos a causa de su tolerancia hacia los homosexuales.

La esencia de lo que los fieles de la Westboro llaman "su pastoral de manifestaciones" es la ridiculización de las víctimas de las tragedias y la celebración de desastres mortales como una venganza de Dios. Afirman que "solían rezar por el bien de Estados Unidos", pero decidieron que la nación se encuentra más allá de la redención. En consecuencia, ahora "rezan a diario para que se produzcan más manifestaciones de la justicia y la ira de Dios sobre esta perversa y odiosa nación" y celebran "los huracanes, las inundaciones, los tornados, los terremotos, los atentados, los derrumbes de minas, etc." por ser instrumentos de la cólera divina.

Lo que a la Iglesia Westboro le falta en miembros, lo compensa de sobra en veneno retórico. Entre los mensajes plasmados en sus concentraciones se encuentran "Dios odia a los maricones", "Gracias a Dios por el Katrina" y "Gracias a Dios por los incendios de California". Las páginas web del colectivo proclaman alegremente que "los mineros de Utah están en el infierno", como también lo están "los hijos amish de Pennsylvania" y "Coretta Scott King... con su marido".

La Westboro se ha hecho especialmente célebre en los últimos años por manifestarse en los funerales de soldados norteamericanos asesinados en Irak y Afganistán. Así, el colectivo proclama con desprecio en una de sus páginas web;

Estos patosos no son héroes. Son idiotas vagos e incompetentes que se enrolan porque son incapaces de hacer ningún trabajo honesto. Crecen con una estricta dieta de propaganda marica en su casa, en televisión, en la Iglesia, en la escuela, en los medios de comunicación... Ingresan voluntariamente en un ejército infestado de maricas para combatir por un país dirigido por maricas ahora completa y finalmente abandonado por Dios, que está combatiendo en Persona contra ese país.

Fachada de la Iglesia Baptista WestboroLegalmente no es fácil silenciar tan despreciables vómitos. Como escribiera Oliver Wendell Holmes, la Primera Enmienda no solamente protege "el libre pensamiento con el que estamos de acuerdo, sino la libertad de pensar cosas que odiamos". Varios estados han aprobado leyes que restringen las protestas cerca de los entierros, pero esas normas podrían ser vulnerables a recursos de inconstitucionalidad. También tendrían poco efecto sobre la mayor parte de las concentraciones de la Westboro.

Un jurado federal de Baltimore ha estado estudiando estos días un tipo diferente de desafío legal. El padre del soldado de infantería Matthew Snyder, un marine de 20 años de edad asesinado en Irak, demandó a la iglesia de Westboro por concentrarse el año pasado en el funeral de su hijo con pancartas que rezaban "Dios te odia" y "Gracias a Dios por los soldados muertos". Albert Snyder sostiene que la indeseable presencia de los manifestantes y su descarada crueldad deben ser punibles en calidad de invasión ilegal de la privacidad y provocación intencionada de estrés emocional. Los detalles completos y un fondo para ayudar a sufragar las costas legales de la familia Snyder pueden encontrarse en su web). El jurado le ha dado la razón.

Pero aunque no fuera legalmente posible detener a los fanáticos del odio de la Westboro, es posible aprender de ellos. Ofrecen una demostración viva del motivo por el que la fe en Dios es peligrosa si no incluye la creencia en que el primer requisito de Dios es que los seres humanos actuemos con amabilidad y decencia. Fred Phelps y sus seguidores parecen creer fervientemente en Dios. Sus panfletos están llenos de citas de la Biblia. Pero los únicos pasajes que parecen interesarles son aquellos que advierten del castigo de Dios al comportamiento maligno. En sus pancartas, páginas web y circulares de prensa brilla por su ausencia la enseñanza central del monoteísmo ético: que no sólo existe un Dios, sino que Dios quiere que hombres y mujeres sean buenos entre sí. Dios no está con aquellos que atacan a las víctimas en lugar de ayudarlas.

¿Condena la Biblia la homosexualidad? Sí, pero ni de lejos con tanta frecuencia como condena a aquellos que tratan a los demás con crueldad e injusticia. Considere, por ejemplo, el mensaje del Éxodo a aquellos que, como los manifestantes funerarios de la Westboro, se suman a la pena de viudas e hijos: "A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Que si tú llegas á afligirle, y él á mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor; y mi furor se encenderá." Ese pasaje, por alguna razón, no parece estar incluido en las páginas web de la Westboro.

Para los fanáticos de Topeka, no hay llamada más apremiante que odiar a los homosexuales y a cualquiera que no comparta ese odio. Pero la Biblia que enarbolan tan intolerantemente en realidad enseña algo muy distinto: "Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno", dice el profeta Miqueas en palabras que resuenan a través de los años."Qué pida de ti Jehová: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios." Es un claro tanto a favor de Estados Unidos que la Iglesia Baptista de Westboro sea tan pequeña.
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